viernes, 10 de octubre de 2014

historia y evolución del instrumento

El nacimiento de la guitarra española (siglos XVI al XVIII)
La guitarra española, más que un instrumento musical de raíces europeas o árabes, debe considerarse un instrumento que nace como consecuencia del contacto de las culturas hispano-cristiana e hispano-musulmana en la Edad Media.
En los reinos cristianos, de España y resto de Europa, existía un instrumento conocido como guitarra con cuatro pares de cuerdas, de forma redondeada y caja abombada, parecido a la vihuela. Y en los reinos musulmanes de España la guitarra o guitarra morisca, de tres pares de cuerdas, que pueden ser considerados precedentes directos de la guitarra española.
El prototipo de lo que hoy es la guitarra española, tal como la conocemos ahora, apareció en el siglo XIV. El instrumento era utilizado en España por el pueblo para acompañar canciones y bailes populares. Mientras la vihuela se convertía en el instrumento de cuerda preferido por los músicos cortesanos, a diferencia de las cortes europeas donde se imponía el laúd.
La vihuela, que tenía seis pares de cuerdas, y no se diferenciaba demasiado de la guitarra, contribuyó posteriormente a su desarrollo en España, enriqueciendo su técnica y elevando la categoría de sus composiciones.
El hecho fundamental para que la guitarra progresara musicalmente fue la incorporación de una quinta cuerda en el siglo XVI. Durante mucho tiempo se ha atribuido su implantación al poeta andaluz Vicente Espinel, amigo de Miguel de Cervantes y gran aficionado y estudioso del instrumento.
Las guitarras de cuatro y cinco órdenes convivieron durante gran parte del siglo XVI. Y, vihuelistas como Mudarra y Fuenllana compusieron obras para ambas guitarras.
Incluso en la actualidad sobreviven pequeñas guitarras de cuatro cuerdas como el requinto aragonés o el guitarro de Castilla-la Mancha
Finalmente la guitarra de 5 órdenes se impuso como modelo en toda Europa gracias a la obra “Guitarra española de cinco órdenes, la cual enseña de templar y tañer rasgado” publicada en 1596 por el catalán Joan Carles Amat (1572/1642) que obtuvo un éxito extraordinario en toda Europa y generalizó su denominación.
El apogeo de la vihuela en la música instrumental española fue tan intenso como fugaz. Desde finales del siglo XVI, cuando la cultura renacentista da paso al Barroco la selecta vihuela fue sustituida en los salones por la popular guitarra en apenas dos décadas.
Durante el siglo XVII la nueva guitarra española se convierte en un instrumento habitual en los círculos musicales de toda Europa. Y será a partir de entonces cuando comienza a progresar realmente.
A principio las composiciones estaban vinculadas a las danzas y al uso rítmico del instrumento pero las técnicas heredadas de la vihuela, sobre todo el uso del punteado favorece la aparición de obras más complejas y produce su explosión artística.
La obra más brillante del barroco español fue la de Gaspar Sanz (1640/1710), titulada Instrucción de música sobre la guitarra española que significó la introducción de la guitarra en los ambientes cultos.
Pero aunque en España existían grandes artistas del instrumento como Luis de Briceño, Lucas Ruiz de Ribayaz y Francisco Guerau la mayor actividad guitarrística en el siglo XVII tuvo lugar en países como Francia donde era el instrumento favorito de Luis XIV con compositores como Jean-Baptiste Lully (1632/1687) y sobre todo en Italia con figuras como Francesco Corbetta (1615/1685) considerado el mejor guitarrista de la época.
A pesar de ello, la guitarra seguirá sin ser aceptada en la música de cámara, donde el clave y los violines imponían su dominio, ni en la religiosa.
En el siglo XVIII, tras la brillantez del periodo barroco, si bien musicalmente no se da ningún progreso musical, sí se producen una serie de transformaciones físicas en el instrumento que mejoran sus condiciones técnicas y sonoras, adquiriendo muchas de las características básicas de la guitarra actual.
Se añade la sexta cuerda, se sustituyen los órdenes dobles por simples, aumenta el tamaño del instrumento mientras disminuye las escotaduras de la caja. Se implanta el clavijero metálico y se extienden los trastes hasta la boca de la guitarra.
Estas innovaciones no se produjeron al mismo tiempo sino que fueron difundiéndose a medida que transcurría el siglo XVIII. Incluso hasta principios del siglo XIX.
Las crecientes posibilidades musicales, así como la mayor consideración de la guitarra española, hizo que a finales de siglo, se empezara a utilizar en la música de cámara donde destacaron dos intérpretes el francés Charles Doisy y el español Fernando Ferandiere.
Junto a esos virtuosos, destacan dos compositores italianos afincados en España: Luigi Boccherini y Federico Moretti. Así como el español Fray Miguel García, conocido como el Padre Basilio cuyo magisterio musical influyó en muchos de los grandes guitarristas españoles de principios del siglo siguiente.
La consagración de la guitarra clásica (siglos XIX y principios del XX)
Durante la primera mitad del siglo XIX, en el periodo Pre-romántico, la guitarra conseguirá al fin su aceptación como instrumento de concierto en toda Europa.

Uno de los mitos de su tiempo, el famoso violinista Niccolò Paganini compuso un considerable número de obras para guitarra incluso Franz Schubert fue un gran aficionado al instrumento.

Es la época (1833) en la que el instrumento se implanta en Estados Unidos de la mano de un emigrante austriaco Christian Frederick Martín, aunque allí sufrirá otro tipo de evolución incorporando cuerdas de acero para integrarse en las particularidades de la música popular de ese país.

En España sobresalieron a principio de siglo, dos guitarristas fundamentales en la historia del instrumento Fernando Sor y Dionisio Aguado.


Fernando Sor
Fernando Sor (1778/1839) es considerado como el mayor compositor de guitarra del siglo XIX y su labor interpretativa, compositora e incluso didáctica (Méthode pour la guitare) (1830) contribuyó de modo destacado al prestigio de la guitarra en gran parte de Europa.

Nacido en Barcelona, abandonó España tras aceptar un puesto administrativo durante la ocupación francesa y ser tachado de "afrancesado", residiendo desde entonces en París y en Inglaterra, y estableciéndose temporalmente en Rusia.

Dionisio Aguado (1784/1849) nacido en Madrid, donde conoció a Sor, se formó con el Padre Basilio pero también se estableció en París. Ambos artistas entablaron una profunda relación que dio lugar a una obra titulada “Los dos amigos” compuesta por Sor.

Sin embargo cada uno tenía posturas contrarias en lo que constituía la gran polémica guitarrística de la época: atacar las cuerdas de la guitarra con las uñas (Aguado) o con las yemas de los dedos (Sor)

De todos modos ambos fueron grandes guitarristas, aunque Aguado destacó sobre todo en el plano didáctico con la publicación de “Colección de estudios para guitarra” (1820), "Escuela de guitarra” (1825) y “Nuevo método para guitarra” (1843) que constituyen el tratado más importante sobre el instrumento del siglo XIX

Junto a estos nombres no se puede olvidar a Antonio de Torres (1817/1892). Nacido en Almería su aportación como constructor de guitarras fue tal que los guitarreros de España y Europa adoptaron sus reglas convirtiendo su modelo a partir de entonces en el canon de la guitarra clásica contemporánea.

Su mayor logro fue el sistema de refuerzo con varas de madera en abanico en el interior que conseguía aumentar el tono y el volumen de sonido para los conciertos en grandes auditorios al tiempo que aumentaba el tamaño de la guitarra y reducía el grosor de la tapa.

Torres Jurado no sólo diseñó las líneas maestras de la guitarra clásica española, sino también de la flamenca.
El siglo XIX termina con una figura clave en la guitarra española Francisco Tárrega (1852/1909) Nacido en Villarreal es considerado el padre de la guitarra clásica contemporánea. No sólo compuso obras de extraordinaria belleza como “Capricho Árabe” o “Recuerdos de la Alhambra”, sino que adaptó obras de compositores como Beethoven, Mozart, Bach, o Haendel.

Pero además su dedicación a la guitarra le llevó a desarrollar una ingente labor estudiando los más mínimos detalles: perfeccionó las reglas académicas de la guitarra clásica, la forma de sujetar el instrumento, el modo de pulsar las cuerdas, la postura ideal del intérprete, etc. Introduciendo el uso de una pequeña banqueta para apoyar la pierna sobre la que reposa la guitarra, alcanzando la altura ideal para la ejecución. Creando una escuela guitarrística que siguieron todos los grandes intérpretes del siglo XX.
El Siglo de Oro de la guitarra (siglo XX)[editar]
El siglo XX, es la edad de oro de la guitarra clásica española. En este siglo consigue su definitiva maduración como instrumento y se establecen las normas de interpretación de esta. Las grandes generaciones de compositores e intérpretes han llevado a la guitarra a lo más alto.

Han sido casi seis siglos de evolución los que han llevado la guitarra de las tabernas a los escenarios sin por otra parte perder su carácter popular pues no hay en la actualidad un instrumento más universal y versátil que la guitarra.

Los primeros grandes compositores españoles del siglo XX Isaac Albéniz (1860/1909) y Enrique Granados (1867/1916) se sumergieron sin prejuicios en las raíces nacionales y sobre todo en la música popular andaluza que disfrutaba de un gran auge en la época.


Guitarra de Andrés Segovia (R.A.B.A.S.F., Madrid).
Posteriormente, compositores como Manuel de Falla (1876/1946), Joaquín Turina (1882/1949), Federico Moreno Torroba (1891/1982), Joaquín Rodrigo (1901/1999) junto con Leo Brower compusieron numerosas obras sinfónicas o para guitarra solista.

Junto a ellos intérpretes como Miguel Llobet (1878/1937), guitarrista y compositor catalán, discípulo de Francisco Tárrega, uno de los creadores de la moderna escuela de guitarra. Así como la madurez del gran Andrés Segovia (1893/1987). La prodigiosa naturalidad, estilo puro, elegante y refinado de Regino Sainz de la Maza (1897/1981). La excepcional técnica interpretativa de Narciso Yepes (1927/1997) que interesado en la búsqueda de nuevas posibilidades añadió cuatro cuerdas más a su guitarra.

Cada uno con su propio estilo consiguieron vencer la indiferencia de los públicos que solo deseaban escuchar música española, de los músicos que rechazaban las transcripciones, de los conservatorios para los cuales un guitarrista no era un músico y la guitarra era un subinstrumento.

Resulta difícil destacar entre todos ellos algún nombre pero hay dos figuras particularmente brillantes en la composición y en la interpretación: Joaquín Rodrigo y Andrés Segovia.

Joaquín Rodrigo compositor valenciano. Autor de varios conciertos para diversos instrumentos y gran número de deliciosas canciones en catalán y castellano del más puro estilo decimonónico. Es uno de los más calificados representantes del neo-clasicismo musical español.

Sin embargo su fama está íntimamente ligada a la guitarra por su obra “Concierto de Aranjuez”. Estrenado en Barcelona el 9 de noviembre de 1940 con Regino Sainz de la Maza como solista. Una de las obras de mayor éxito mundial de toda la música española.

Andrés Segovia, es sin duda el guitarrista más conocido del siglo XX. Su prodigiosa técnica fue admirada en los grandes teatros y escenarios del mundo gracias a las interminables giras que realizó durante más de setenta años con una media de cien conciertos anuales. Su carrera internacional como intérprete ha sido decisiva. Su enorme esfuerzo ha dado a conocer la belleza de la guitarra entre el público, despertando el interés de los compositores hacia la guitarra, dotándola de un repertorio de calidad, estimulando la creación de cátedras en los Conservatorios y Academias de música hasta hace pocos años inexistentes y dejando una estela de nuevos guitarristas en países tan dispares como Estados Unidos, Australia o Japón.

"La guitarra es una orquesta en miniatura" decía Berlioz.

"Su guitarra no suena fuerte, sino lejos", decía Stravinsky a Segovia.

Y, es que una sola guitarra es capaz de mantener bajo su encanto, durante horas, a los más numerosos y diversos públicos.

La guitarra en América
La llegada de los colonizadores españoles a América, extendió los instrumentos de cuerda: guitarras, vihuelas... entre la población indígena y más tarde criolla del Nuevo Continente que la adoptó en sus formas musicales.

Surgiendo una serie de instrumentos autóctonos de la familia de la guitarra como el tiple colombiano, la jarana mexicana, la mejoranera panameña, el charango peruano - boliviano, el tres cubano. El cuatro puertorriqueño... Convirtiéndose con el paso del tiempo en un elemento fundamental de su propio folclore.

De esta forma tras la independencia, la música culta de esos países arropados por el nacionalismo musical de finales del siglo XIX, buscó en su propio folclore fuentes de inspiración, y se encontró con la guitarra.

De la importancia y el desarrollo de la guitarra clásica española en Latinoamérica, durante el siglo XX, da muestra el hecho de que Andrés Segovia consideraba el mejor compositor para guitarra de todos los tiempos al mexicano Manuel M. Ponce (1882/1948) Pianista, compositor, director de orquesta crítico musical que tan importante papel desempeñó en la historia artística de su país. Y, cuya obra, tanto por la extensión como por la calidad, en la actualidad es piedra angular del repertorio de los guitarristas de todo el mundo.

Junto a él, destaca el brasileño Heitor Villa-Lobos (1887/1959) Formado también en París, su obra de inspiración brasileña, constituye una considerable aportación a los valores americanos. Junto a sus grandes obras, fue creador de una importante colección de estudios y preludios para guitarra, instrumento del que fue un gran conocedor y que destacan por su desarrollo y la originalidad de su temática

O, el cubano Leo Brouwer (1939) Director de orquesta, compositor y guitarrista. Considerado, en el campo específico de la guitarra el más importante de los actuales autores.

Sin olvidar a intérpretes tan importantes como el venezolano Alirio Díaz (1923) Discípulo de Andrés Segovia y Regino Sainz de la Maza, fundador de la escuela guitarrística venezolana; al argentino Ernesto Bitteti (1943), ni el virtuosismo del cubano Manuel Barrueco.

Y sobre todo no podemos olvidar al incomparable guitarrista paraguayo Agustín Pío Barrios (1885/1944), considerado por muchos el mejor compositor de la mitad del siglo XX. Controvertido, extravagante para su tiempo. Cultivado en idiomas, letras y filosofía, místico y poeta. Se atrevió a cambiar su nombre por uno indígena y actuar vestido con el traje típico guanani. Virtuoso intérprete, compositor, significativo. Sus trescientas obras forman parte del repertorio de guitarristas actuales como David Russell, John Williams.

Su estilo era personal e innovador. Como intérprete explora muchas áreas de la técnica de la guitarra. Arpegios, escalas, armónicos, trémolos. Como compositor combina las formas barrocas, clásicas, románticas con las melodías y los ritmos populares de los países de América del Sur, donde tantas canciones campesinas se han cantado sobre un simple rasgueo de guitarra.

Lectura
Para escribir la música dedicada a la guitarra barroca se empleaba la tablatura. Cinco líneas, cada una representa un orden de la guitarra. Si se lee de arriba a abajo tendremos que la línea superior es la quinta cuerda u orden, y así sucesivamente hasta la última de abajo que corresponderá a la primera. Hay que advertir que para quienes leen tablatura moderna, este método les parecerá extraño. Se trata de la tablatura italiana, mediante la cual la línea de arriba representa el sonido más grave y la de abajo el más agudo; mientras que la francesa es análoga a la tablatura que leen nuestros guitarristas del siglo XXI.


Afinación
La afinación de la guitarra barroca es similar a la guitarra moderna. Considerando que desde la más grave a la más aguda tendremos: La (5.ª cuerda), Re (4.ª cuerda), Sol (3.ª cuerda), Si (2.ª cuerda), Mi (1.ª cuerda).

Utilizando órdenes (cuerdas dobles), la cuarta se afina una grave y la otra aguda; y la quinta se afina aguda, es decir, equísona con la tercera cuerda pisada en el segundo traste. La primera cuerda no va doble sino simple.

Guitarra eléctrica

Una guitarra eléctrica es una guitarra que utiliza el principio de inducción electromagnética para convertir las vibraciones de sus cuerdas de metal en señales eléctricas. El sonido de la guitarra se verá influido por la madera o el material empleado, la construcción del instrumento (trasteado, afinación, octavación), así como la calidad de sus pastillas.

Dado que la señal generada es relativamente débil, esta se amplifica antes de enviarla a un altavoz. Esta señal de salida de la guitarra eléctrica puede ser fácilmente alterada mediante circuitos electrónicos para modificar algunos aspectos del sonido. A menudo, la señal se modifica con efectos como reverberación y la distorsión. Concebida en, la guitarra eléctrica surgió de una necesidad de los músicos de jazz, tratando de amplificar su sonido. Desde entonces, se ha convertido en un instrumento musical de cuerdas, capaz de una multitud de sonidos y estilos. Sirve como un componente importante en el desarrollo del rock and roll y de otros géneros de la música.

Historia

La guitarra eléctrica fue inventada en Estados Unidos a mediados del siglo XX, por el compositor de jazz Les Paul, sin saberlo el crearía una gran historia con su nueva invención, consecuencia de la aparición del amplificador en el año del 1935. A partir de ese momento fueron muchos los instrumentos que sufrieron alteraciones en su diseño acústico tradicional e incorporaron algún tipo de sistema eléctrico. La guitarra fue uno de los primeros en adaptarse y, a pesar de que varias marcas innovaron en esa dirección en poco tiempo, la manufactura de la primera guitarra eléctrica se le puede atribuir a la marca Rickenbacker. Los primeros músicos en adoptar este sistema para tocar fueron guitarristas de operetas y Jazz, quienes previamente no contaban con los medios para que su instrumento se escuchara dentro de las orquestas. Leo Fender diseñó la primera guitarra eléctrica sólida con mástil desmontable y pocas piezas, para que los intérpretes no tuvieran problemas al tener que cambiar piezas del instrumento gastadas o rotas por el uso. Era el nacimiento de la Fender Telecaster, primera de muchas guitarras eléctricas de cuerpo sólido. Dando paso a una era de músicos.

Estructura

La guitarra eléctrica está formada por las siguientes partes:

 

Clavijero.

Ceja.

Clavija.

Trastes.

Tensor del mástil o "Alma".

Marcadores de posición.

Diapasón.

Mástil.

Cuerpo.

Cápsulas o Pastillas.

Perillas o controles de volumen y tono.

Puente.

Protector o golpeador.

El cuerpo normalmente es de madera (los modelos tradicionales de cuerpo sólido utilizaban aliso, caoba, o fresno, a pesar de que en los últimos tiempos se comenzó a utilizar una gran variedad de nuevas maderas). Modelos más modernos y alternativos utilizan fibra de carbono, hierro o materiales sintéticos como el policarbonato. Aloja en la parte interior los componentes electrónicos y puede ser sólido, semisólido (con una pequeña caja de resonancia) o totalmente hueco. La densidad de la madera incide en el lapso que una nota permanece sostenida después de pulsar la cuerda (conocido en inglés como sustain), y el timbre del sonido.

El mástil también suele estar hecho de una o varias piezas de madera (tradicionalmente arce o caoba, a veces cubierto por una capa de madera llamada diapasón de palorrosa, ébano u otras maderas duras), es construido con una barra de acero u otro material muy resistente en su interior, llamada alma, que tiene el fin de contrarrestar la tensión de las cuerdas y mantener la linealidad del mismo. Los dos sistemas más populares de construcción lo colocan atornillado al cuerpo (como en la mayoría de las guitarras Fender) o bien encolado al mismo (sistema típico de la marca Gibson). Otra alternativa son las guitarras tipo neck-trough, donde el mástil continúa atravesando el cuerpo, con los costados del mismo encolados a él. La pala o clavijero, es el extremo del mástil donde las cuerdas se enrollan a las clavijas (mecanismos accionados por un tornillo sin fin que regula la tensión de las mismas). Suele llevar inscriptos el logo de la marca y el nombre del modelo de la guitarra, ya que es la parte que nunca queda cubierta por el intérprete al tocar.

Componentes

 

Pastilla humbucker y dos pastillas single coil en el cuerpo de una Stratocaster

Puente Floyd rose, utilizado para vibrato.

Las pastillas (pickup en inglés) electromagnéticas están formadas por un imán permanente rodeadas por un bobinado de alambre de cobre. Cuando un cuerpo metálico ferromagnético se mueve dentro del campo magnético del imán permanente se provoca una corriente inducida en el bobinado proporcional a la amplitud de movimiento y de frecuencia igual a la de la oscilación del cuerpo. Esta corriente es muy débil, por lo que el cableado del interior de la guitarra y el que va desde ésta hasta la amplificación debe estar muy bien apantallado, para evitar ruidos parásitos.

Las pastillas electromagnéticas se encuentran en diversas formas, pero normalmente dos: las single coil con un solo núcleo magnético y las humbucker (del inglés "hum", ruido) con dos núcleos magnéticos y doble bobinado para eliminar ruidos. Las primeras son las más comunes, el bobinado simple da al instrumento un sonido más brillante pero generan una descarga o ruido al ser saturada por algún efecto de distorsión. Este tipo de pastillas pueden ser observadas en guitarras tipo Stratocaster o Telecaster. El doble bobinado de las segundas permite básicamente eliminar ese ruido y la descarga que se genera con las pastillas simples, y además, un sonido más grave, grueso y nítido. Guitarras de la marca Gibson, como los modelos Les Paul y SG, utilizan este tipo de micrófonos. Estas últimas suelen ser las preferidas para distorsionar su señal en estilos rock más "duros".

 

Las pastillas piezoeléctricas se basan en el efecto piezoeléctrico de algunos materiales como el cuarzo que al ser deformados en un plano provocan una corriente proporcional a la deformación producida. Suelen ir en el puente o en los asientos de las cuerdas pues deben estar en contacto casi directo con la cuerda. Su sonido es más natural que el de las electromagnéticas. A diferencia de las pastillas simples o dobles, estas presentan un preamplificador integrado que le da al sonido mucha más ganancia, nitidez y volumen. También son llamados pastillas cerámicas ya que no presentan los imanes a la vista como si lo muestran los micrófonos anteriormente nombrados. Se pueden observar colocados en varias guitarras de la marca Jackson o ESP. No están afectadas por campos eléctricos o magnéticos por lo que son inmunes al llamado "ruido" eléctrico procedente de motores, luminarias fluorescentes o aparatos electrónicos.

 

El resto de los circuitos que se encuentran en la guitarra eléctrica está formada por potenciómetros de volumen, un conmutador de cambio de pastillas, condensadores como filtro de tono, y potenciómetros de tono asociados a estos condensadores. Pueden llegar a ser más complejos, según las necesidades del guitarrista, llegándose incluso a introducir un pequeño preamplificador (previo) o ecualizador transistorizado alimentado por una pila o batería. Esto aumenta la señal de salida y acusa menos el ruido parásito. En este caso se habla de “circuitería activa” frente a la “circuitería pasiva” que carece de este previo. Estos previos suelen estar construidos en torno a amplificadores operacionales caracterizados por su alto rendimiento, bajo consumo y pequeño tamaño.

 

Un paso más allá es la inclusión de pastillas MIDI para utilizar la guitarra con sintetizadores y generar sonidos con ellos.

Algunas guitarras eléctricas también cuentan con un sistema en el puente que genera un efecto de vibrato llamado palanca o trémolo.

Este dispositivo fue introducido por primera vez en las guitarras de los años 50 reemplazando al puente fijo. Ese nuevo sistema cuenta con resortes que permiten un movimiento que puede estirar y aflojar las cuerdas generando vibración y la modificación del tono a preferencia del músico.

El primer sistema de palanca fue el "Bigsby", consistía en un brazo metálico cuya tensión era sostenida por un solo resorte, al moverse el brazo, las cuerdas variaban la tensión cambiando su afinación. Estos sistemas se siguen observando en guitarras semisólidas, sobre todo en modelos de la marca Gretsch.

 

 

Guitarra eléctrica Fender Stratocaster

El sistema de palancas de Fender fue el más usado en las décadas del 70 y 80 y actualmente es elegido por miles de músicos en el mundo. A diferencia del Bigsby, el cual contaba con un solo resorte, este sistema cuenta con un opcional de cinco resortes en la parte posterior del cuerpo de la guitarra, pero generalmente cuando uno adquiere una guitarra de fábrica con este tipo de palanca, traen solo tres. Esto permite que la afinación sea más "perfecta" y no produzca una desafinación una vez accionada la palanca.

El sistema Floyd Rose también es una de los dispositivos más usados actualmente por muchos guitarristas, generalmente de estilos de rock pesado, sea metal, heavy o hard rock. Este sistema cuenta con la opción de cinco resortes como Fender, pero a diferencia de esta, cuenta con una morsa que "traba" las cuerdas en el clavijero impidiendo la fricción de las mismas. Por esto, en un principio, una vez trabadas las cuerdas no se podía tocar a afinación, por lo que se creó un sistema de micro afinadores en el puente que logran afinar la guitarra una vez trabada.

 

El sistema flotante es una variación del Floyd Rose. Cuenta con todas las características del anterior pero a diferencia de aquel, este tiene doble acción, es decir, tanto afloja las cuerdas como las estira más allá de su afinación estándar. El sistema básicamente funciona así: los resortes ubicados en la parte posterior de la guitarra crean una fuerza que es directamente proporcional a la fuerza que ejercen las cuerdas sobre el puente. Esto crea la sensación, al estar minuciosamente calibrado, que el sistema "este en el aire", o como su nombre lo indica, sea flotante. La más exitosa marca es el Edge, una versión mejorada del Floyd Rose, hecha por Ibáñez.

 

Sonidos y efectos

Mientras que una guitarra acústica produce sonido por el efecto de la vibración que provocan las cuerdas en el cuerpo y por el aire dentro de este, el sonido de una guitarra eléctrica es una señal producida por un campo electromagnético inducido, generado por la vibración de cuerda metálicas cercanas a la pastilla unos receptores sensibles ("pickup" en inglés). La señal es entonces moldeada de su camino a el amplificador usando una variedad de dispositivos o componentes que modifican el tono y otras características de la señal.

 

Tesitura

La música para guitarra o bajo, en muchas ocasiones no viene escrita en los pentagramas tradicionales, sino que viene escrita en tablaturas. Son como los pentagramas, pero suele tener seis o cuatro líneas, representando cada línea una cuerda. A diferencia de los pentagramas, no se representa la nota, sino la posición de los dedos sobre los trastes. Para indicar que es una tablatura y no un pentagrama, se indica con las letras TAB en sentido vertical al comienzo de la obra. Este TAB tendría el mismo significado que la clave de percusión.

 

En la guitarra o en música vocal los tenores, están afinados una octava más grave de lo que indica la clave en la que están escritas sus partituras, en este caso, clave de sol. En otros casos, ocurre al contrario, y el instrumento está afinado una octava más agudo de lo que indica su clave, como por ejemplo, la flauta píccolo, que tiene sus partituras escritas en clave de sol. A esto se le llama transposición de octava.

 

Para señalar que el instrumento está emitiendo los sonidos con una octava de diferencia de lo escrito en la partitura, se añade un 8 pequeño a la parte inferior de la clave, en el caso de que sea una octava más grave, y un 8 en la parte superior de la misma en el caso de que sea una octava más agudo.

 

Afinación

Las cuerdas de la guitarra se nombran de abajo hacia arriba —desde las más agudas a las más graves— con números ordinales: primera cuerda o cuerda prima, segunda cuerda, tercera cuerda, etc. También se las conoce con el nombre de su nota de afinación, como se hace también en los violines, violas, violonchelos y contrabajos:

 

La cuerda mi (la primera cuerda, afinada en el mi4)1

La cuerda si (la segunda cuerda, afinada en el si3).

La cuerda sol (la tercera cuerda, afinada en el sol3).

La cuerda re (la cuarta cuerda, afinada en el re3).

La cuerda la (la quinta cuerda, afinada en el la2).

La cuerda mi (la sexta cuerda, afinada en el mi2).

Esta afinación es la normal, pero muchas veces se usan otras. Algunas de las más comunes son: · Todas las cuerdas bajadas un semitono. · Todas las cuerdas bajadas un tono. · Todas las cuerdas bajadas dos tonos. · D Dropped: afinación común, pero con la 6ª cuerda bajada un tono. · C Dropped: afinación bajada un tono, pero con la 6ª cuerda bajada dos tonos con respecto a la afinación común.

 

En las partituras las cuerdas se nombran con números romanos: I, II, III, IV, V y VI. Las obras para guitarra se escriben en clave de sol.

 

A las tres cuerdas más graves —la cuarta, quinta y sexta cuerda y, particularmente, a esta última— se las llama “bordones”, debido a que “bordonear” es la ejecución de un bajo acompañante de una obra de música.

 

También se cambian las tonalidades de las cuerdas poniendo una cejilla que se sitúa un traste más alto por cada semitono que se quiera aumentar. Por ejemplo si se coloca una cejilla en el primer traste la afinación sería la siguiente: fa1, sib1, mib2, lab2, do3 y fa3.

 

La guitarra de diez cuerdas es como la suma de una guitarra común de seis cuerdas y un contrabajo (afinado normalmente: sol1, re1, la (0) y mi (0)).

 

Calibrar una guitarra

1954 Fender Stratocaster, "Lady Rose" (owned by Jean-Pierre Danel).jpg

La calibración de una guitarra consta de dos partes básicas, el puente y el mástil. En el puente se gradúan la altura y el largo de la cuerda y en el mástil se gradúa la torsión.

 

A continuación se explica cómo calibrar el puente; basado en el modelo estándar de una guitarra tipo Stratocaster:

 

El puente, normalmente es desde donde parten las cuerdas. Posee un muelle por cada cuerda y está anclado por tres tornillos: uno que desliza horizontalmente y dos que bajan y suben el muelle con respecto a la base del puente.

 

Al subir y bajar los tornillos verticales da la posibilidad de alejar y acercar las cuerdas con respecto al mástil y a las pastillas. Si bien se afirma que esta altura es a gusto de consumidor, en la práctica si dicha altura es muy alta, la cuerda tenderá a dar sonidos erróneos según la digitación en el mástil, y si es muy baja, ocurrirá lo que se llama trasteo (roce con los trastes) lo que produce sonidos indeseados.

 

Luego vendría el tornillo horizontal, el cual, finalmente define la afinación de la cuerda evaluada entre el armónico del traste 12 y el sonido de la cuerda presionada al traste 12.

 

En el interior del mástil se ubica una varilla de metal denominada alma o "trussrod". Se encuentra fija en un extremo del mástil y es ajustable mediante una tuerca en el extremo opuesto. El ajuste adecuado de la tensión del alma permite dar una ligera curvatura del mástil compensando el efecto flector de las cuerdas. Es correcto ajuste del alma es un aspecto crítico en la puesta a punto de una guitarra y debe ser realizado por personal experto. Un exceso de tensión puede dañar irreversiblemente el mástil.

 

Calibrar la guitarra permite una sonoridad exacta a lo largo de todos los trastes del diapasón de la guitarra; esto da un buen sonido en el momento de la ejecución. Si se siente que al tocar un acorde en la guitarra se escucha desafinado, es señal de que necesita ser calibrada.

 

 

 

Amplificación

 

Amplificador de guitarra eléctrica.

La amplificación es el proceso de multiplicar la señal eléctrica y hacerla audible por medios electrónicos. Este proceso se produce en varias etapas hasta llegar al altavoz que es el último eslabón de la cadena.

 

El timbre se modifica por cuatro principales factores: la guitarra, las pastillas, la etapa de potencia, y los altavoces. Los amplificadores pueden funcionar mediante válvulas o transistores. Inicialmente incorporaban válvulas, pero con la aparición de las nuevas tecnologías en la electrónica fueron paulatinamente sustituidas por transistores, de menor tamaño y coste. Sin embargo, el sonido característico que proporcionan las válvulas, especialmente cuando se distorsiona el sonido, hace que éstas sean la opción preferida por muchos guitarristas y ha sido la causa de que continúen fabricándose. Aun así, el precio de estos equipos es siempre más elevado: un amplificador Vox AC15 de 15 vatios equipado con válvulas puede costar más del triple que un Vox pathfinder de igual potencia equipado con transistores, siendo ésa la principal diferencia entre ambos (junto con el uso de altavoces Celestion Blue en el AC15 y una réplica más económica en el Pathfinder).

 

Los amplificadores de transistores se enfocan por tanto más al mercado del músico aficionado, mientras que los de válvulas se dirigen tanto a profesionales como a aficionados. Por lo general, es extraño encontrar un amplificador de gama alta que no esté equipado con válvulas.

 

Para la amplificación en público la toma puede realizarse directamente de la salida de guitarra, lo que daría una separación óptima respecto al resto de los instrumentos. La salida de la guitarra debe ir a la entrada de línea de la mesa, pudiendo suceder que la señal entregada sea muy débil y necesite una fuerte amplificación, en cuyo caso deberá encaminarse a la entrada de micrófono de la mesa. Puesto que la salida de la guitarra puede ser de alta impedancia (por ejemplo 10 kilo-ohmios), habrá que situar en funcionamiento el atenuador, PAD, de la entrada de micrófono de la mesa, lo que eleva la impedancia de entrada de ésta y reduce la fuerte ganancia del amplificador de MIC. Si esto no es suficiente, se puede utilizar un transformador reductor de impedancia (direct-box) que, por ejemplo, presente 50 kilo-ohmios a la salida de la guitarra y 600 ohmios al cable que va a la entrada de micrófono de la mesa este mismo transformador puede realizar la transformación de línea asimétrica a simétrica.

 

La mayoría de los músicos prefieren el sonido de su amplificador y monitor, al que se obtiene por una conexión directa. En estos casos, la toma deberá realizarse con un micrófono, el cual se situará a una distancia reducida (5-30 cm) del altavoz del monitor. Si se desea obtener un sonido duro, cargado a los tonos medios, es recomendable alinear el eje del micrófono al eje del altavoz; para lograr una sonoridad más dulce, con mayor presencia de agudos, apta para guitarras rítmicas, se puede alterar el ángulo del micrófono en relación al eje del altavoz hasta obtener el tono deseado. Si bien algunos recomiendan ocupar el amplificador a bajo volumen, para evitar la distorsión que suelen introducir, muchos guitarristas gustan del sonido de la distorsión producida por la sobrecarga del amplificador, por lo que será recomendable tener equipos que pueden responder de manera adecuada ante altos volúmenes.

 

También puede realizarse una mezcla con ambos tipos de toma si a la salida de guitarra se les conecta un transformador doble, en Y, que permita dar señal adaptada al canal de la mesa y al amplificador de guitarra; en este caso se podrá jugar con el balance de ambas tomas. Debido a que ambas tomas se realizan en directo o muy cerca del altavoz, no se capta reverberación, que deberá suministrarse artificialmente.

 

Muchos guitarristas incluyen efectos a su sonido para colorearlo o darle un matiz personal o especial a algunas de sus canciones. Esto se logra con procesadores de efectos o pedales de efectos, (digitales o analógicos) incluidos en alguna etapa de la amplificación. Efectos usados son la anteriormente nombrada reverberación, delay (retraso o eco), chorus (efecto de coro), phaser (variador de la fase de onda), wah-wah, trémolo, octavadores, compresión de audio, etc.

 

Los guitarristas dan tanta importancia al instrumento como al amplificador, llegando a crear triángulos artista-guitarra-amplificador como, por ejemplo: The Beatles-John Lennon/Vox AC30, Clapton/Gibson SG/Marshall 1959, Gary Moore/Gibson Les Paul/Marshall, Angus Young/Gibson SG/Marshall, Matt Bellamy/Manson/Marshall, Slash/Gibson Les Paul/Marshall, Walter Giardino / Fender Stratocaster /Jimmy Page/Gibson EDS-1275 formando parte intrínseca de su sonido particular y usando diferentes modelos y marcas según sus necesidades creativas o tonales.

tomado de: wikipedia la enciclopedia libre.

1 comentario:

  1. Se esta creando el blog y estoy seleccionando material y realizando algunos cambios para no violar los derechos de autor de ningun artista y evitar asi el plagio para no caer en procesos penales, o judiciales por ello se divulgara de donde es tomada la informacion en los sitios web.

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